domingo, 2 de junio de 2019

Esta dieta es un puntazo

Ensalada de atún
Hace un tiempo os contaba 👉 en este post que estoy aprendiendo a comer. Porque, que comamos, no significa que sepamos comer. Empecé hace más tres años a seguir el método Weight Watchers, conocido en España como "En tu línea" o "La dieta de los puntos". En realidad no se trata de una dieta, aunque si tienes sobrepeso y la sigues, vas a adelgazar. ¿Por qué? Pues porque, como os decía, te enseña a comer de forma equilibrada y las calorías que tu cuerpo necesita (en lugar de calcularlas en calorías, te enseña a contarlas en puntos, que es más fácil). Así que, a la que empiezas a regular ingesta y gasto, pierdes peso. En realidad, es más simple que el mecanismo de un lápiz.

No os voy a aburrir explicando en qué consiste el método. Internet está llena de información. Lo que sí os digo es que es la mejor "dieta" que he conocido en mi vida, porque es sana, fácil de seguir, no tiene alimentos prohibidos (NINGUNO) y te permite tener vida social sin remordimientos y sin tener que estar dando explicaciones a cada momento. Desde este pequeño rincón del planeta os digo: NO a las dietas milagro y a las mil barbaridades que corren por ahí. No sirven a largo plazo, son una auténtica tortura y muy dañinas para la salud.

Pero bueno, a lo que vamos. Lo que os quiero explicar en este post es parte del mundo que rodea al método. Una de las claves de su éxito (si no LA CLAVE), es que cuenta con una gran red social de autoayuda. Por un lado, están las reuniones "profesionales", dónde una monitora formada en el método (a menudo, exgorda) te lo explica, te hace seguimiento y cada semana da trucos, consejos, recetas, etc. La primera vez que fui a una reunión, con mi amiga Ana, me moría de la risa. Es tipo Alcohólicos Anónimos, no nos presentamos como, hola, me llamo Yolanda y soy gorda, pero casi. Os cuento.

Kebab casero
Lo primero que hacía la monitora era pesarte, anotar tu peso y decirte los puntos diarios que tenías para esa semana. El momento del peso era delicado. En primer lugar, esperábamos haciendo fila, como quien va al matadero, mirándonos de reojo las unas a las otras y sacando lo peor de nosotras mismas, eso sí, pa nuestros adentros, que somos todas mu finas... uy, pues yo creo que esta no adelgaza... anda que esta, menos mal que ya te has puesto a dieta, mona... ¿y esta pa que viene? como no quiera perder las gafas... Luego, entrabas a un pequeño cuartito, done te pesaba, en privado, menos mal. Como sólo te dejaba quitar los zapatos, procurabas ir siempre con la misma ropa, aunque te murieras de frío o de calor. De hecho, la mayoría teníamos nuestra "ropa del día de la reunión", que cualquiera que nos viera diría, qué guarras, vienen siempre con la misma ropa... guarras no, estrategas. Cualquiera que haya ido a reunión, sabe de qué le hablo. Una cosa que te enseña este método es a hacer álgebra matemática para rescatar puntos y quitar gramos de donde no los hay, os lo aseguro. Una vez que te había pesado, salías por otra puerta a la sala donde se hacía la reunión. A menos que hubieras sido la primera, allí estaban las que habían pasado antes que tú, escudriñando tu cara, con dientes a lo Pantoja, intentando adivinar si salías contenta o cabreada.

Una vez todas pesadas, empezaba la reunión con la monitora diciendo, hoy felicitamos a nuestra amiga Mari, que ha perdido un kilo y medio!! y todas, ¡¡Felicidaaadeeees Mari!! y aplaudiendo 👏👏👏. Y a nuestra amiga Tere, que ha perdido 800 gramos!! ¡¡Felicidaaadeeeees Tere!! más aplausos. Y así con todas las que habían perdido. Así que, si no te decía, todas sabían que no lo habías conseguido... miradas de esas de condescendencia, de lástima, de "te jodes", en fin... miradas. Menos mal que no decía, y ahora vamos a tirarle tomates a nuestra amiga Juana, que ha engordado 400 gramos!! Lo siguiente era, venga, ¿¿quién ha hecho ejercicio al menos tres veces a la semana?? Y te daba una pegatina de una zapatilla que tenías que poner en tu cartilla de seguimiento. Había también coronas (sí, sí, coronas tipo Burger King) para las que conseguían perder peso en vacaciones y Navidades, obsequios para cuando llegabas a según que objetivos, y un momento especial cuando alcanzabas la fase de mantenimiento. En fin, todo un despliegue de psicología conductual. He de reconocer que me fueron bien, y que el tiempo que estuve, adelgazaba cada semana. Pero lo dejé . Porque para ser coach hay que tener unos mínimos de empatía, y mi monitora se ve que la perdió junto con los kilos.

Fajitas de pollo en barquitas
Luego encontré otro tipo de ayuda, más informal: los grupos de Facebook. En ellos, las administradoras suplen un poco ese papel de coach y los participantes publicamos nuestros menús, recetas, progresos y dificultades, para aprender y compartir entre todos. He de decir que estoy encantada con estos grupos, especialmente con uno, en el que decidí quedarme de forma más activa, porque además de serme muy útil, ¡es muy divertido! Al principio, cuando vi las publicaciones de la administradora, flipé mucho... ole tu chochooo... ofú, qué arte!!... así no, chochooo.... venga, chochete, que tú puedes!! que yo decía, me he metido en un grupo de dieta, en uno de obstetricia, o en la Feria de Abril???  Y luego, cómo escribe, la muchacha... 🙈🙈 que yo pensaba, esta chica pasa hambre: se come las vocales, las consonantes, el comodín del público y a Jorge Fernández (presentador de La Ruleta de la Fortuna). O eso, o es campeona mundial de morse. Pero bueno, cuando la conoces ves que es una malagueña con mucho arte y muy buena gente!

Luego está la administradora junior, una tía que ayuda continuamente, con sus consejos y sus chapas, sus recetas, sus ideas, sus correcciones... tan maravillosa, buena persona y generosa, como irreverente y subversiva, que, aunque ha dicho mil seiscientas treinta y tres veces voy a dejar de ser tan activa en el grupo porque no tengo tiempo, no se hace caso ni a sí misma!! 😂😂 Un gran descubrimiento para mí, alguien que se ha convertido en mi GRAN AMIGA.

¿Y qué decir de las participantes? 😂😂😂 El grupo lo forman unas 15 mil personas, que se dice pronto, pero al final, publicamos, con más o menos asiduidad, unas 30 o 40 personas, siendo generosa, pero damos taaaanto juego.... jajajajajaja...

Está el grupo de las empollonas, esas que lo hacen al dedillo, tan bien que dan asco, con platos perfectamente equilibrados, cálculo perfecto de los puntos, menús totalmente saludables... Bajan peso cada semana, salen y disfrutan, y siempre están contentas y positivas. Pa darles con la mano abierta, vamos.

Ensalada caprese
Luego están las hormigoneras, por lo del cerebro más duro que el hormigón. Por más que se le expliquen las cosas, no hay manera de que lo entiendan o lo corrijan. Y ojo, no me quejo de la falta de capacidad, que eso lo entiendo y lo respeto, sino de la falta de voluntad para aprender, de lo tocho, de los oídos cerrados... mira, que es que te faltan hidratos, tienes que meterlos en las comidas principales... ahhh, vale. Próxima publicación: le faltan hidratos.... mira, que es que te has vuelto a olvidar los hidratos... ah, pero es que el chuletón de kilo va empanado, ¿eso no cuenta?

También hay una liga de monjas cartujas. Son aquellas que hacen voto de silencio, nunca dicen ni mu, pero están ahí, al acecho, copiando todas las recetas y trucos desde las sombras. De repente, cuando alguien pone una publicación tipo "antes y después", con fotos del cambio de imagen, aparecen en los comentarios... pues yo llevo haciendo el método dos años, siguiéndoos, y he perdido 20 kgs... ¿hola? ¿¡dónde estabas?!. Muchas no publican por vergüenza, por falta de tiempo, o qué sé yo, pero es una pena, porque el saber comunitario se nutre de cuántas más aportaciones, mejor.

Sofiyogur con melocotón
Pero dentro de ese grupo, hay un subgrupo con más mala intención: las garrapatas. Son como las monjas, pero rompen su silencio únicamente para obtener información... oye, ¿y eso cómo lo haces?... ¿y eso dónde lo compras? sin ofrecer nada a cambio, o, lo que es peor, para criticar algo de tu publicación, que, cuando vas a ver su perfil, ves que es el primer comentario que hace en tres años... Y no publican porque no les da la gana, porque es mucho más cómodo que te lo den todo hecho. Y si las administradoras no les hacen el trabajo, o les dicen que busquen la información en archivos, encima se enfadan. En fin.

Luego están las biopejigueras: mira chiqui, es que ni las judías verdes son sanas... tienen un 3% de E-356, un 30% de clorofila, un 25% de fibra que NO, o sea, NO es integral, y un 6% de colágeno... ¿¿Te has comido esas galletas?? Ten cuidado, ¡son veneno!... Son caseras, las he hecho yo. Llevan harina y huevo.... Ah....  Tened cuidado con el aceite de palma, ¡está en todas partes! Lo mejor es no tomar nada que no provenga de la tierra... menos los gusanos, claro... Tienes razón, yo es que ya no tomo nunca azúcar, ni refinado, ni natural; de hecho, me alimento sólo de algas, y que no vengan del mar muerto, porque si no se traen hasta las malas vibraciones...

Las Marianas tampoco tienen desperdicio. Son esas que dicen no entiendo por qué no bajo de peso... el fin de semana me he pasado un poco, pero ¿¿para eso están los extras no???... (hay unos puntos extras semanales que puedes usar como te convenga, la mayoría los usamos los fines de semana. Son 49 puntos, el equivalente a unas 1.960 calorías aproximadamente). A ver, ¿qué has comido? ... mira, sólo dos jabalís, seis Dunkin Donuts, un costillar del Foster's Hollywood, una paella de marisco, un chuletón de buey con patatas fritas, manitas de cerdo en salsa y dos helados de chocolate, el último ya lo pedí sin nata porque me da que me estaba pasando un poco... ¿Por qué Marianas? Porque descienden de la orden de la Virgen María, que se quedó embarazada y no se enteró ni cómo.


Hojaldre relleno de pavo y queso
Luego estamos (yo me incluyo) las Big Bang Girls, esto es, las frikis que vamos a nuestro aire, hacemos el método un poco como nos sale de la pepitilla, (aunque siempre dentro de unos límites, no como las Marianas) y somos un auténtico misterio para la ciencia. Cuánto mejor lo hacemos, más engordamos y al revés, cuándo creemos que más nos hemos pasado, más adelgazamos. Perdemos peso con la regla y lo ganamos con una gastroenteritis. Bajamos cuando tomamos medicación y subimos cuando hacemos deporte. Queriendo perder peso, estamos en mantenimiento, siempre dando vueltas a un mismo peso. Y aunque intenten entendernos y ayudarnos, el funcionamiento de nuestro cuerpo es una gran incógnita. ¿Os imaginabais que yo podría estar en otro grupo? 😂😂😂

Ahora, con diferencia, mi preferida es la Reina Cuelgapellejos y su séquito de palmeras que le ríen las gracias. Una tía que ya está más que escurría, que de seca da asquito, y que, obviamente, tiene un serio problema psicológico con la alimentación y la autoimagen. Y la pobre, qué penita me da. Chicas, me he propuesto perder sí o sí los 300 gr que me faltan para llegar a mi peso... así que, aquí os dejo mi comida de hoy: ramilletes de brócoli (3) y 50 gr merluza al vapor... (Por supuesto, nunca come hidratos). Chicas, este domingo tengo barbacoa, madre mía, ¡qué miedo! Aunque puedo hacerlo, me como una buena ensalada antes de salir de casa y listo, es lo que hago siempre que voy a salir a comer fuera... Chicas, hoy ha sido el cumpleaños de mi hijo y he sido muy buena, le he hecho este pastel, que está buenísimoooo, pero yo no he probado ni un solo trocito... Chicas, me voy de vacaciones, intentaré controlar todo lo posible!!.....  Que dan ganas de decirle hija mía, pero para qué quieres estar tan delgada si no te cabe la sonrisa en la cara, que pareces una acelga... qué tristeza de platos, qué tristeza de rictus...  Cualquier día la invito a comer a casa. O a casa de mi madre 😂😂😂😂

En fin. Lo mejor de este grupo es que al final somos como una gran familia y yo, particularmente, he conocido a un grupo de chicas maravillosamente maravillosas, con las que se ha forjado una amistad auténtica que ya ha traspasado la barrera de los ceros y los unos. Lo que ha unido Internet, que no lo separe un punto!!!


Tortilla de espinacas rellena de queso de cabra

Nota: Las fotos son una muestra de platos reales que forman parte de mi alimentación cotidiana. Nada que ver con el Verdiplancha.