domingo, 15 de marzo de 2020

Sobrevivir al confinamiento sin morir en el intento


Ante las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo por la pandemia del Coronavirus, hoy os escribo de forma seria y desde mi profesión como psicóloga. En España se ha decretado el Estado de Alarma y se nos obliga al confinamiento en casa para frenar el contagio del virus y en consecuencia el número de muertes y el colapso del sistema sanitario. Eso obliga a reorganizar dinámicas y rutinas en las familias y a una convivencia forzosa durante 24/7 a la que no estamos acostumbrados. Por eso me permito daros una serie de recomendaciones para sobrevivir al confinamiento y no morir en el intento.

Asume que no estás de vacaciones. 

Las vacaciones son un periodo de cierto libertinaje, en el que “vagueamos” voluntariamente y aprovechamos para descansar y parar la estresante rutina del día a día. Así, es muy fácil pensar en pasar este confinamiento forzoso como si fuesen unas vacaciones, durmiendo hasta tarde y alargando la madrugada viendo series, en pijama y comiendo mal y a deshoras, total, “no tenemos nada mejor que hacer”. Pero es muy probable que al tercer o cuarto día te hayas agobiado, se cambiarán tus ritmos circadianos y puedes tener sensación de tedio, además de que, cuando la situación se normalice, te costará mucho más volver a la rutina. Eso por no hablar de que, a diferencia de cuando estás de vacaciones, no tienes plena libertad para entrar y salir de casa ni para hacer muchas actividades.

Por eso es importante intentar llevar una vida, dentro de lo posible, que te garantice rutinas y ocupación. Levantarse a una hora prudente, mantener ciertas rutinas en horarios y comidas, y distribuir el día en diferentes actividades, que deberían incluir: tareas domésticas, higiene personal, ejercicio físico, estimulación cognitiva (leer, escribir, estudiar, hacer sudokus…) y ocio personal y familiar. Si teletrabajas, delimita un horario para hacerlo como si estuvieses en la oficina. De lo contrario, corres el riesgo de trabajar demasiadas horas o no estar haciendo al cien por cien ni unas cosas ni otras. Igualmente, es importante diferenciar las rutinas del fin de semana de las de entre semana.


Con niños pequeños.

Si tienes niños pequeños, el confinamiento puede convertirse en una auténtica tortura, y salir “un momento” al parque, la montaña o la playa, algo muy tentador pero que no debes hacer. Vas a tener que dedicarles tiempo y poner a prueba tu creatividad ¡y tu paciencia! Organiza su tiempo y sus rutinas, intenta mantener sus horarios, ponles tareas de tipo intelectual (leer, dibujar, deberes…), juega con ellos, mirad películas juntos, haz manualidades, baila, etc. Es importante limitar el tiempo que pasan delante de una pantalla y estimularlos a hacer actividades en familia. Hazles participar de las tareas domésticas, cocina con ellos e incluso deja espacios para el aburrimiento que estimulará su creatividad. Elaborad juntos un horario y colgadlo en la nevera. Internet es una fuente inagotable de recursos para hacer más llevaderos estos días, tanto a los mayores como a los pequeños. Si teletrabajas, intenta adelantar cuánto puedas mientras ellos duermen o ven alguna película y haz turnos con tu pareja.

Por otra parte, si tus hijos son muy pequeños seguramente les va a costar entender lo que está pasando. No les mientas pero tampoco los alarmes y no esperes a que pregunten para hablar sobre ello, aunque tampoco los satures. Habla con ellos sobre sus emociones, dales mensajes claros, adecuados a su edad y sus conocimientos, que les hagan sentir seguros y vivir el encierro como algo divertido y una oportunidad para pasar tiempo en familia, un bien escaso en nuestros tiempos. Te recomiendo leer estas pautas que ha elaborado el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.


Cuida tu estado de ánimo.

Esta situación genera incertidumbre y preocupación en general, pero algunas personas pueden sufrir estrés y ansiedad, especialmente por el hecho de tener que estar encerrado en casa o por el miedo al contagio. Además, la convivencia ininterrumpida con nuestra pareja e hijos puede generar tensiones y conflictos. Por otra parte, permanecer en entornos cerrados durante mucho tiempo tiende a afectar nuestro estado de ánimo, haciéndolo variable sin ningún motivo concreto o magnificando nuestras emociones, haciendo que vivamos todo de forma más intensa.

Por eso este no es un buen momento para tomar decisiones importantes en ningún ámbito ni para continuar las discusiones que puedan surgir en casa. Diréis cosas de las que os arrepentiréis. Intenta ser flexible y adaptarte a la situación, dejando para momentos de posterior normalidad aquellas cosas que creas importante hablar.

Ocupa tu tiempo en actividades que te hagan sentir bien y, aunque puede ser complicado, procura encontrar un espacio diario para estar contigo a solas, haciendo lo que te apetezca, meditación, escuchar música, leer, tomar un baño… En definitiva, el tiempo de desconexión familiar y social que en circunstancias normales te tomarías o, como mínimo, te lo daría el simple hecho de ir a trabajar o a la compra.

Aunque los desplazamientos están muy limitados, se puede salir de casa a comprar, sacar el perro o tirar la basura. Haced turnos en la familia para que todos aquellos que puedan salir solos lo hagan y puedan tomar aire fresco. Si dispones de jardín, terraza o balcón, es una buena opción para tomar el sol y el aire.

Igualmente, es vital mantener contacto con amigos y familiares por teléfono o videollamada, especialmente si vives solo, así como para mantener y reforzar las relaciones entre los niños y sus amigos, abuelos y nietos, en caso de padres separados, etc.

Procura vestirte y arreglarte prácticamente como si fueses a salir a la calle. Verte todo el día sin peinar y en pijama te dará sensación de dejadez y puede afectar tu estado de ánimo y el de los demás. Prepara con mimo alguna comida o cena que pueda sustituir la salida al restaurante. En definitiva, cuida los detalles.

Respecto al Coronavirus, intenta mantener la calma y mantente informado tanto de la evolución de la pandemia como de las medidas que vayan tomando las autoridades. Para evitar caer en el alarmismo y la histeria colectiva, busca fuentes fiables de información como los organismos oficiales y deja los memes, vídeos y opiniones de las redes sociales para el sentido del humor, que también es muy necesario para sobrellevar esta crisis. Ten en cuenta que informarse no es lo mismo que obsesionarse. Dosifica el tiempo que dedicas a saber o hablar del virus y procura ocupar tu mente con otros temas totalmente distintos y que te sean gratificantes.

Si aun así sientes que te desbordas emocionalmente, pide ayuda a tu pareja u otras personas de tu confianza y habla sobre tus miedos y sentimientos. Por último, recuerda que siempre puedes recurrir a la ayuda de un profesional de la psicología que podrá atenderte online o por teléfono.


Y por último, raciona el papel higiénico!!  😂😂😂

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