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viernes, 9 de marzo de 2018

Cada uno empieza las mañanas cómo le da la gana

 
Me levanto, como cada día, a las 6 de la mañana. Es mi pequeña contribución a la expiación de mis posibles pecados; los que cometí en el pasado, los que cometeré, y los que cometerán los hijos de los hijos de los hijos de mis hijos.

Estoy haciendo dieta. Bueno, más que dieta, es una no-dieta, es decir, aprender a comer sano con el método Weigth Watchers, o "la dieta de los puntos", a la que un día le voy a dedicar un post. Hace 3 años que la empecé, con sus altos y sus bajos, llegué a perder 10 kgs. y me estanqué, todo el rato kilo arriba, kilo abajo. Después, me he dejado y he recuperado casi todo lo perdido. Desde enero que trato de hacerlo lo mejor posible. Y hoy toca día de peso (semanal) y de medidas (mensual).

Aún no puedo despegar los párpados, así que saco la báscula de debajo de la estantería del lavabo con los ojos cerrados. Da igual que no vea, sé dónde está. Además, la hijaputa yo creo que sale a mi encuentro... veeen, veeeeennn... como los marcianitos de Toy Story cuando ven el gancho, la cabrona viene hacia mí con los brazos abiertos... la goooordaaaa, la goooordaaaa... está deseando sacar sus relucientes y parpadeantes números, cuántos más y más altos, mejor. ¿Irá a comisión? ¿Habrá un mercado de valores de gramos?

Me quito el pijama, las bragas, los calcetines y hasta la horquilla que se me quedó en el pelo de anoche. Todo suma. No me quito la piel porque no puedo. Me lavo la cara para poder ver con claridad. Me espero una bajada de kilo, o algo parecido, ya que estoy muy orgullosa de lo bien que me he portado esta semana. Me subo a la báscula, que es de esas de bioimpedancia. Que sólo por el nombre ya se sabe que es una grandísima hija de puta. Te da el peso y el porcentaje de grasa, agua y masa muscular de tu cuerpo. Me han contado que hay algunas que te hablan, y te dicen si has engordado o adelgazado. No creo que se atrevieran a entrar en mi baño...

Después de varias semanas en las que he perdido muy poco, me he mantenido, e incluso engordado algunos gramos, el peso dice que he perdido 500 gr.  Me cabreo un montón y eso no puede ser bueno de buena mañana y sin haberte comido un bocadillo de panceta. Vuelvo a subir, más que nada para darle la oportunidad de rectificar antes de morir, y me da un peso según el cuál, he engordado 300 gr. Esta no sabe con quién está tratando. La cojo, le muevo las pilas, la vuelvo a poner en el suelo. Me peso y me da un tercer valor distinto. Empiezo a pesarme en diferentes zonas del baño, y cada vez me da un peso diferente, algunos se repiten. WTF?!

Así que, en pelota picá, cojo la báscula y me peso en el pasillo, en el comedor, en la cocina... me ha faltado salir a la terraza... ¡¡que es para verme!! ¡Ni los buscadores de oro! Cuando va bajando el peso, me desplazo un poco en esa dirección y me vuelvo a pesar. Que sube, me voy en dirección contraria, que parece que estoy siguiendo una brújula... Mi marido me mira con cara de estás peor de lo que pensaba. ¡¡Y no quiero ni pensar en la cara de mis hijos si llegan a salir en ese momento!! Me dicen mis compis de fatiga en esta no-dieta que a ellas también les pasa, que según la baldosa en la que ponen la báscula, varía el peso, por eso se pesan siempre en la misma. Olé tú. El gremio de los basculeros fomentando el trastorno obsesivo compulsivo. Y digo yo, ¿los que tienen parquet cómo lo hacen?

Total, que me he quedado con el peso que más veces se ha repetido, según el cual he perdido 700 gr. Fiabilidad alemana. Precisión japonesa.

Luego vienen las medidas. Parecería que el metro es más fiable. Pues no. Porque, a ver, para medir exactamente en el mismo sitio, es muy complicado. En la cintura no hay mucho problema, meto el metro entre las lorzas, justo a la altura del ombligo, parece que mi cuerpo ya tiene el hueco preparado. Pero para medir las caderas... ay. ¿Más arriba o más abajo en el culo? Exactamente, ¿por qué hoyo de la celulitis iba? Y si son las tetas, ya no te cuento. Supongo que para las jóvenes será más fácil, pero cuando tienes las tetas rendidas a la ley de la gravedad... ¿por dónde mides? ¿por los pezones? ¿por los reales o por dónde deberían estar? ¿o los que te gustaría tener? ¿debajo del sobaco? y además, de un mes al otro... ¿puse el metro por encima o por debajo de estas pecas? ¿apreté tanto o lo puse más flojo?

En fin. Que cojo los valores que más me interesan y me los llevo al atasco de la autopista para ir al trabajo. Cada uno empieza las mañanas como le da la gana.


2 comentarios:

  1. Increibleee jsjsjsjssjs como me he reído. Yo tengo parquet me guío por las paredes por alguna manchita o algún hoyo relleno de pintura. Jajajjajaja muy bueno gracias le hacerme reir tanto.

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    1. Gracias a ti por leerme! Vas a tener que marcar el parquet como las pistas de aterrizaje... jajajajaja

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