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sábado, 26 de diciembre de 2020

Hoy cumplo 50

Hoy cumplo 50. Acabando este año de mieeeeeerda que ha sido el 2020.

Cuando me imaginaba cumpliendo 50 años, ¡desde luego no me lo imaginaba así! Bueno, en realidad nunca pensé en cómo sería cumplir 50 años, pero si lo hubiese pensado, no habría sido así, eso seguro.

Y es que, me lo están poniendo muy difícil para querer este puto cinco, eh??

Para empezar, quería hacer un fiestón. Pues va a ser que no. Ya me quedé sin fiesta sorpresa de los 40; sí, ¿qué pasa? A los 40 es preceptivo que te hagan una fiesta sorpresa de cumple, ¿no lo sabías? jajajaja. Bueno, pues por motivos que no viene al caso contar ahora y que-no-tienen-nada-que-ver-con-que-Keaton-sea-un-desastre-y-que-casi-nos-cueste-el-divorcio-no-te-vayas-tú-a-creer, no la tuve. Así que me dije, la de los 50 me la monto yo. Con toda mi gente, mi comida preferida, pastel de chocolate, música de los 80 y la bola de espejitos dando vueltas. Y me voy a tener que conformar con darle a tope al volumen de la minicadena de mi casa y bailar en pijama, sola, y como mucho con Keaton, porque los buenoshijos, de 19 y 15 años ya, como comprenderás, están metidos en su Batcueva...mamá, avísanos cuando estén los canelones!

Luego está la presión del 5. Que no sé porqué, pero me jode un montón pensar que me pongo ese número (y no sólo por la rima, que te veo…). Así que hace meses que estoy en plena crisis de los 50. A ver si mañana me levanto y se me pasa.

Empecé con los tutoriales de maquillaje. Yo, que lo máximo que me hacía era un sendero dificultad blanco y rojo encima del párpado, y con el muñón de Cervantes, me vi de repente comprándome cosas que ni sabía que existían ni, por supuesto, para qué servían. Un prime… ¿eso no es lo del Amazon? ¿o un primo que se considera no binario? Ah no, es que no lo digo bien 😁 es un “primer”, una cosa que te pones antes de empezar (primer) a maquillarte para acondicionar la piel y prepararla para aplicar los demás productos. Que digo yo, si mi piel ya estaba preparada… como buena psicóloga, primero le di una charla, con los pros y contras de maquillarse y recordándole las consecuencias de no hacerme caso. De buen rollo, eh? Estábamos de acuerdo. Una vez lo he usado.

Me compré también un set de 24 brochas. Que cuando lo recibí, con ayuda del librito de instrucciones de Lilliput y una lupa de gran aumento, lo primero que cutrehice fue enganchar una etiqueta en el mango de cada brocha para saber para lo que sirven. Muy glamouroso todo. Creo que he usado unas tres.

Y un fijador de maquillaje. Es como una laca, pero para la cara, pa’ que cuando te den un beso no se queden pegados a tus mofletes o no manches la camisa blanca de tu amante, que luego todo son líos. Cuando lo compré no sabía que iba a ser útil también para no manchar la mascarilla, mira tú por dónde.

Viendo tutoriales sobre cómo chicas se pintan maravillosamente los ojos, que se hacen el eyeliner que parece que usan regle y nivel… un pulso, una precisión, unos colores… Que sus párpados lucen cuál lienzo alborado en las manos de Monet… ¡Los cojones! Prueba a pintarte la raya de un ojo viendo sólo con el otro, cegato perdido, a la vez que estiras la piel del párpado (que, si no, parece que estás dibujando en papel corrugado), todo ello mientras coordinas el movimiento de la boca que, por si no te habías dado cuenta, siempre está en una perfecta “o” mientras hacemos eso… Con suerte, me vuelve a salir un sendero asturiano. Con menos suerte, puedo parecer un código de barras.

Y peor aún: ¡qué bonitas las sombras, qué combinación de colores!… maquilla sólo la parte móvil... Y lo haces. Y abres el ojo: ¿dónde coño están los colores? ¡Te juro que me he maquillado! Vuelta a Internet: Ay reina, es que tienes el párpado caído. Entonces, te tienes que maquillar así, y luego así, pero primero haces…. Valeeee, sólo me pongo rímel.

Hablando de cosas que se caen: luego me obsesioné con que se me están cayendo los pelillos de las cejas y las pestañas (Nota para todos los menores de 20: sí, con la edad todo, absolutamente todo, se cae). Así que me compré una cosa que parece betún, que tengo que mojar un pincelito e ir dibujándome los pelillos de las cejas, ¿no diréis que no es artístico-romántico? No es mal invento, pero la dependienta de Kiko (que debía ser sobrina de Rompetechos, o no veía bien del peso de los potingues que llevaba en el párpado), me asesoró un color marrón oscuro que, como se me vaya la mano, parezco la Cara Delevingne, pero en feo.

Y la compra estrella: unas pestañas postizas. Me vinieron cinco tamaños diferentes en el paquete, desde las más “discretas” hasta unas que reservo por si un día me quedo sin curro y pruebo cómo se me da lo de Drag Queen. Bueno, bueno, buenoooo… os he de decir que flipé mucho con las pestañas. Resulta que traen un eyeliner (a mí que se me da tan bien, como os he explicado) que tiene imán; sí, sí, has leído bien, es una pintura imantada. Tú te pintas la raya con eso y luego la pestaña, que tiene unos imanes chiquitines en el borde, se te queda pegada al párpado sin necesidad de usar cola. Monísimas de la muerte. Ahora, doy gracias de que ya no voy a trabajar en el metro porque me visualizaba quedándome enganchada por los ojos a la barra esa dónde te agarras; que a mí me pasa de todo 🙈.

Bueno, y ahora últimamente me ha dado por el método Curly. Toda la vida deseando tener el pelo liso, sedoso y brillante, usando planchas y probando a hacerme alisados que no funcionaron, y ahora voy, pa’ chula y rebelde yo: pos voy a querer a mis rizos. Y me meto en una página de Facebook dónde enseñan el Método Curly Girl, que es una forma de lavarte y cuidar el pelo para potenciar los rizos y tener el cabello sano e hidratado.

Lo primero que veo al entrar en el grupo es que hay más de 100.000 miembros, ¡coño, las rizadas somos legión! 😂 Digo yo que será un grupo interesante si tiene tanta peña. Chafardeo un poco y me voy a los archivos. Las administradoras se han currado un índice muy chulo dónde hay muchísima información. Para ingenieros cuánticos.

Leo algo así:

Para iniciar el método debes hacer un último lavado con un champú con sulfatos, pero sin siliconas ni parabenos, y posteriormente no volverás a usar productos con ninguno de esos compuestos. Después de ese lavado, debes hacer hidratación profunda aplicando una mascarilla durante 30 minutos a 2 horas con efecto invernadero, aclarar y aplicar un acondicionador con enjuague de medios a puntas, desenredando el cabello con las manos y haciendo squish to condish (STC) para que penetre bien el producto. El STC es el paso más importante de todo el método. Una vez enjuagado, puedes aplicar opcionalmente un leave-in con praying hands o con el Denman, y ya pasar a usar producto de fijación, al gusto de cada una. Para aplicar el producto de fijación puedes usar técnicas como el pulsing, scrunch, mulli-mulli o curly fingers. Es muy importante no peinar ni tocar demasiado los rizos para evitar la formación de frizz. Después puedes dejar secar al aire, hacer plopping o wet plopping, o secar con difusor (mejor si es iónico). Lo importante para que quede el rizo bonito es que te salga mucho cast, que luego puedes romper con algún sérum o aceite o con manos secas o pañuelo de seda. Después de ese último lavado, la rutina será igual pero la HP sólo una vez a la semana. Para lavar el pelo puedes elegir hacer cowash o low poo, aunque nosotras recomendamos el cowash, como en el método original. No te olvides de clarificar cuando tu pelo te lo pida, vigila con las proteínas y si te tiñes o llevas mechas, tu aliado será el Olaplex. Para el frizz, el Ouiad. En álbumes tienes toda la gama de productos aptos para seguir el método. Para dormir, puedes usar buff, piña o almohada de satén.

Leo otra vez. Y otra. Cuando ratifico que sólo he entendido la palabra “rizo” y que creo que le tengo que dar de comer un bistec a mi pelo, apago el ordenador y me voy a la nevera a comer chocolate, que ese entra por la boca y sé lo que hace. Pero le doy otra oportunidad. Y poco a poco se van aclarando conceptos. Y en eso estoy, gastándome el doble de dinero, tiempo y agua cada vez que me lavo el pelo. Efectivamente, lo tengo mucho más sano, suave, hidratado y bonito. Nos ha jodío, ¡sólo faltaría!

Pero lo peor de todo, con diferencia, ¡es que me despierto temprano! Señores, ese es un clarísimo indicador de que te haces vieja. Da igual lo tarde que me acueste, o lo poco que duerma... sobre las 7-8 de la mañana, ya no puedo dormir más. Yo, que siempre he sido la masa madre de las marmotas.

Y me han salido canas... 😰😰 Y me descubro diciendo cosas como "esta fachada está llena de mierda", "¿qué hago mañana para comer?", "uy, no, qué esto es muy caro y con esto compro dos de los otros..."....

Como dicen mis hijos, una Boomer en toda regla.

Así que, aquí estoy, en el día de mi cumple: gorda, sin cejas ni pestañas, con las tetas y los párpados caídos, despierta desde las 8h, con mi pijama favorito y la piña hecha, cagándome en to' lo que se menea por todo lo que el puto COVID nos está robando, esperando a ver si Keaton y los buenoshijos se lo curran un poco este cumple y retomando la escritura del Blog, que también la tenía caída.

Happy Birthday to me!! Os deseo a todos una muy Feliz Navidad, dentro de las circunstancias, y que le deis al Pause los que aún no habéis llegado al 5.